Medicalización de la vida

Según Iván Illich, el complejo médico industrial expropia la salud de la gente a través de la “medicalización de la vida”, es decir, convirtiendo los problemas personales y sociales (económicos, culturales y políticos) en problemas clínicos o médicos susceptibles de ser atendidos o controlados por el profesional competente. Se medicalizan las etapas de la vida (concepción y anticoncepción, embarazo, nacimiento, crianza, adolescencia, sexualidad, problemas personales, prevención, curación, menopausia, vejez e incluso la propia muerte).

“El sistema médico-tecnológico monopoliza la atención a la salud y, con ello, se carga con un exceso de responsabilidades que no es capaz de canalizar. Al rebasar unos límites críticos, un sistema social medicalizado tiende a ocultar las condiciones ambientales y sociales insalubres que son la fuente principal de la enfermedad” Alfonso Sanz Sanjuán (“Pensando la crisis con Iván Illich” Revista El Ecologista, Setiembre de 2013).

También se patologizan determinadas conductas y se inventan enfermedades inexistentes para alimentar los intereses de las empresas médicas y farmacéuticas. Una sociedad cada vez más tecnocrática dominada por los Profesionales en vez de darnos cada vez más autonomía nos hace depender cada vez más de productos, aparatos y servicios. Y da igual que éstos sean oficiales o “alternativos”, lo que aquí es clave es la actitud paternalista y la génesis de falsas necesidades que darán lugar a un mayor consumismo y dependencia.

Ideas afines: biopoder, patologización, tráfico de enfermedades, sobrediagnóstico.
Autores: Michel Foucault, Iván Illich, P. Skrabaneck, Ray Moynihan, Jörg Blech, Juan Gérvas.

Medicina basada en la evidencia (o medicina basada en pruebas o hechos)

La medicina basada en pruebas o en hechos es el modelo más asumido hoy en día por la comunidad médica para aprender y avanzar como disciplina científica. Se pone un especial énfasis en el uso del método científico para no dejarse llevar por las modas o creencias personales. Es “el uso consciente, explícito y juicioso de las pruebas más actuales y vigentes en la toma de decisiones en la atención individual de los pacientes”. Es decir, que no deberíamos fiarnos de la tradición (se hace así porque siempre se hizo así), ni tampoco mucho de la intuición (que a menudo está contaminada de prejuicios), ni de la opinión de expertos (que puede estar sesgada o influida por conflictos de interés), ni siquiera de la experiencia, que es muy subjetiva. Para que una opción médica sea fiable debería estar basada en un proceso científico que estudie concienzudamente las mejores opciones de prevención, diagnóstico o tratamiento. Y en este sentido, los estudios más valorados por la medicina basada en pruebas son los metaanálisis (estudios de estudios), las revisiones sistemáticas y los ensayos controlados aleatorios.

El término “medicina basada en la evidencia” se ha impuesto en español pero es una mala traducción del inglés evidence, ya que en inglés dicho término significa lo que requiere comprobación, pruebas y en cambio en castellano evidencia significa lo que es obvio y no requiere demostración o comprobación.

Autores: Archibald Cochrane (precursor), David Sackett y Gordon Guyatt (pioneros).